Sobre
Jaufré
Escribir es una mera consecuencia de la lectura.
Cursé la carrera de Filología Hispánica en la UNED disfrutando del trayecto y enamorado de un ritual inevitable cada año: al empezar el curso, compraba todos los libros y esperaba ansioso la llegada del empaquetado tesoro.
Creo que no hay nada comparable a abrir aquellas cajas con ejemplares nuevos para ponerlos sobre la mesa haciendo una hermosa torre, rascacielos de letras que luego iría descubriendo planta por planta.
Considero que un libro del que puedes extraer una frase o una sola idea ya ha merecido la pena; y no recuerdo ninguno tan malo como para no alcanzar este nivel mínimo de exigencia.
Leer es el mayor regalo que se nos brinda cuando somos niños, porque con ello nuestro pequeño mundo ya nunca se mostrará angosto, limitado ni trabado de barreras.
No recuerdo cuál fue mi primera página leída, pero sí sé que para mí los libros impresos siempre han desprendido un magnetismo difícil de explicar.
Dentro de cada uno hay mucho más que letras: ideas y pensamientos de mujeres y hombres que quisieron comunicarse con nosotros a través del tiempo, aventuras fabulosas, palabras desconocidas y otras cotidianas, puertas a mundos increíbles o al existir anodino de las vidas que no trascienden en la prensa ni en los telediarios.
Empecé a escribir para tratar de entender el mundo que me rodeaba y también como terapia.
Y si hay algo que he aprendido es que la realidad, en todas las ocasiones, supera la ficción.
¡Felices lecturas!
Lo que queda del día
“Lo que queda del día” es un viaje valiente y sincero. En este poemario Ana y Jaufré utilizan su propia historia y la ponen al servicio del lector para decirnos que lo que queda del día, lo que queda de nosotros, es el reducto más valioso que poseemos y que no hay nada más antibélico y esperanzador que la capacidad de querer.
La niña que quería jugar con las estrellas
“Olivia tiene un sueño y quiere alcanzarlo. Para ello realizará todo tipo de pequeñas proezas y grandes viajes. Sus peripecias nos enseñan que es importante saber lo que uno desea, pero también que hay algo todavía más atractivo y enriquecedor: disfrutar del camino recorrido. Los resultados, a veces, no lo son todo. ¿Podrá Olivia, al fin, jugar con las estrellas?”.
MARCELA, La hija del poeta
Marcela, hija ilegítima de Lope de Vega, fue una gran escritora de poesía (coloquios espirituales, loas, romances...), además de guía espiritual de su propio padre, dado siempre a llevar una vida privada escandalosa, repleta de amantes incluso cuando ya se había ordenado sacerdote
Osuna
Don Pedro Téllez-Girón, marqués de Peñafiel y III duque de Osuna, fue uno de los personajes más importantes del reinado de Felipe III. Firmó una vida desbordante de actividad, valentía, dotes de gobierno y planes audaces que llegaron a hacer temblar los cimientos de la poderosa Venecia. Por el camino, una huida a Flandes para convertirse en soldado y alcanzar fama de capitán generoso, despreciador de la muerte
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